El packaging se
encuentra en una rama de la comunicación visual dirigida más precisamente hacia
el marketing, la publicidad o la imagen de un producto/empresa.
Ahora bien, podemos
definirlo de manera sencilla como el envase de un producto, pero en su
definición más estricta, vendría a ser la ciencia, el arte y la tecnología de inclusión
o protección de estos productos, como así también incluye el proceso de diseño
y evaluación de ellos para la distribución, el almacenaje, la venta y el uso
por parte del cliente de los mismos.
Este se basa en tres
aspectos fundamentales: su funcionalidad, su estética y su re-utilización, de
forma que estos tres juntos añadan valor al producto final. Su objetivo
principal es atraer la atención de los clientes y mediar como comunicador
acerca del producto con los consumidores.
Para lograr una
imagen perdurable con respecto a él, se toma como estrategia la variedad de
colores, los distintos posicionamientos de los productos, la evocación de emociones y experiencias y
diseños universales que puedan ser inclusivos con todas las personas. Como así
también, el diseño gráfico cumple un rol sumamente importante para el
equilibrio en el diseño estructural e ilustrativo.
De igual manera, por
más de tener una gran diversidad en cuanto a estrategias y tácticas para lograr
un packaging versátil y único, si comenzamos a observar cada uno de ellos
podemos encontrar un patrón común que se repetirá en cada uno sin falta: las
figuras geométricas.
Todos estos tipos de
paquetes están conformados por distintas figuras, que dispuestas y combinadas en
un despiece forman el envase final al armarse. Para esto, se combina las
matemáticas, la geometría y el dibujo técnico a fin de obtener un resultado
preciso y viable.
Con esto es decir que, sin la exactitud de la geometría, sería imposible formar estos tipos de contenedores.
En un solo envase
podemos encontrar una gran variedad de formas, círculos, cuadrados,
rectángulos, triángulos, elipses, pentágonos, hexágonos, trapecios,
paralelogramos, etc.
Ejemplo de packaging para un perfume ficticio realizado para el taller de Matemática. Este está conformado por ocho trapecios, un octógono como base y ocho triángulos isósceles.
Al cuál, para formarlo, realizamos un análisis de la forma y encontramos el área y perímetro de él.
Bibliografía consultada